No es que la serie Buffy, la cazavampiros se haya unido a la larga lista de seriales que termina su historia en la gran pantalla, aprovechando el tirón televisivo para hacer taquilla...esta vez sucedió al contrario. La serie creada por Joss Whedon parte de una producción anterior. La historia vió la luz primero como una pésima película que no dejó nada feliz a su autor, quien fue de puerta en puerta para ver si algún estudio de televisión le permitía desarrollar su idea como él la concibió.
La película, en la que podemos ver a un jovencísimo y algo desmejorado Luke Perry, recibió duras críticas por parte de expertos y pasó desapercibida por la mayor parte del público.
Contra todos los pronósticos, la gente del canal WB le permitió trabajar su idea a pesar del fracaso de la película, pues buscaban un relleno para el mid season del ´97 que agradara al público adolescente. La primera temporada se grabó rápido y se programó sin que se supiera si iba a continuar o no. El éxito de ésta permitió a Joss continuar y trabajar con las personas que han aportado muchísimo a su concepto, Marti Noxon y David Greenwalt.
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